No estés triste por allá.
Bonita, ¿dónde estás?
Espero no estés triste por allá.
Las flores se marchitan pero vuelven a nacer,
la lluvia puede ser fría pero hace música al caer.
No hay noche que no acabe en amanecer
ni día de estrés
que no termine con tus ojos mirando a Dios.
Siento que en medio de este océano
de sombras y fantasmas, solo existen los abrazos,
siento que antes de que el mundo cayera en caos,
mis ojos, y los de todos, están en un cálido hogar.
Vuelve a tu corazón
a la alegría, al silencio.
¿Acaso no es cada latido
la voz de un beso,
la evidencia de que en realidad,
eres el Sol?