La Vacuidad en el Buddhismo no es que-me-importismo.


Escrito en el 2015 (cuando viajaba por India)

En este momento estoy en Dharamsala, y asistí a un pequeño curso sobre el sutra del corazón. Fue muy corto, de 4 días, con un monje tibetano, Geshe Lhakdor, pero muy interesante.

Se nos indicó que vacuidad en buddhismo significa «carente de una existencia independiente» y que todo tiene esta cualidad. El maestro incluso mencionó «la vacuidad de la vacuidad» argumentando que incluso para que exista la vacuidad (para nosotros poder decir que algo es vacío ) deben haber condiciones, que nada puede existir independientemente o inherentemente.

Conversabamos luego en las discusiones (ya sin la dirección del maestro), que normalmente el concepto de vacuidad entre los occidentales o entre ciertos personas se confunde llegando a significar que las cosas que hacemos/pensamos no tienen importancia pero en realidad es todo lo contrario, ya que siendo todo dependiente, nuestra influencia puede ser tremenda tanto para bien o como para mal, lo cual nos lleva a recalcar la importancia de la atención.

Una de las reflexiones que hacía el maestro sobre la práctica y la inspiración a la práctica fue la siguiente:

Qué para conseguir ganancias materiales hay limitaciones, hay que pedir licencias, permisos, dinero, etc, los recursos no son ilimitados y que además todas esas ganancias se perderán con la muerte; pero que para ganancias espirituales no debemos pedir permiso a nadie, y llevaremos esas ganancias hacia las siguientes vidas, así que por qué  no practicar cuando es verdaderamente beneficioso.