El lenguaje hace todo parecer trivial
El tesoro, quizá por definición,
está escondido,
pero por cómicidad e ironía,
el universo lo ha escondido en todos los lugares.
Quizá no es el mundo el tesoro, sino los ojos.
Pero entre mundo y ojos, no hay diferencia.
Habían días en que viajé,
llamado por el instinto de vacío,
¿cómo pueden mis pies, pisar?
El lenguaje hace todo parecer trivial,
pero no lo es.
Mis días,
¿es cierto que viviré por siempre?
Al cerrar los ojos, al dejar el mundo,
la luz no se apaga.